El pintor ciego al color
Muchas veces no nos paramos a pensar en cuanto puede cambiar nuestra vida con algo tan sencillo como no ver el color; no pierdes el sentido solo que no puedes distinguir el espectro de colores. Cuando una persona nace así, se acostumbra y se adapta de alguna manera pero, cuando este cambio se da en edades en las que ya has podido experimentar cómo se ven las cosas, no tenemos ni idea de cómo nos puede afectar hasta que no lo perdemos y sólo entonces nos daremos cuenta de cuán valioso es. Este es el caso de un hombre que irónicamente era pintor y por un accidente solo podía ver en escala de grises.
Al principio no era consciente de lo que estaba sucediendo porque "todo se veía igual" pero un poco atenuado. Él lo atribuyó a la confusión y conmoción del accidente hasta que con el pasar de los días se dio cuenta de que no veía los colores cuando se saltó un semáforo en rojo. De repente fue consciente de su pérdida visual. Todo escala de grises, además él lo describe diciendo que todo estaba sucio y, que parecía que veía a través de una lente manchada, le habían arrebatado lo que más apreciaba, su pintura. Estuvo semanas hasta volver a atreverse a pintar y cuando lo hizo y se lo enseñó a sus amigos le dijeron que solo un ciego al color podría entenderlo. Poco a poco se atrevió a añadir colores aunque de esto hablamos de un paso de años con la esperanza de que algún día se despertara y pudiera ver igual que antes, aunque es cierto que poco a poco podía comenzar a apreciar más tonos de grises seguía sin ser lo mismo. Aunque algo muy curioso es que cuando le dieron la oportunidad de volver a una vida llena de colores a través de un tratamiento, él lo rechazó. A mi parecer porque ya una vez adaptado a ese mundo le daba miedo tener que volver a acostumbrarse otra vez. Desde mi punto de vista, aunque hubiera recuperado esa capacidad, su vida sería totalmente diferente de la de antes ya que las experiencias que vivimos nos transforman demasiado.
Esto me lleva a pensar en qué poco valoramos el ver las cosas, en distinguir los diferentes tipos de tonalidades, en poder ver paisajes y conmovernos por su belleza o en algo tan básico como poder combinar ropa. Me parece fascinante el cómo esto le afecta al pintor hasta tal punto de que la televisión en color le molestaba pero en blanco y negro no, también le costaba comer porque no le entraba por la vista y es que lo que vemos nos ayuda a relacionarnos con todo a nuestro alrededor y también influye en otros sentidos y no pasa esto solo con la vista. Todos nuestros sentidos están conectados de una manera íntima, ¿cómo vamos a querer tocar o comer algo que huele a putrefacción? Además, esto se refleja muy bien en este capítulo porque el hombre también podía escuchar los colores y olerlos. Este es sólo uno de los tantos ejemplos sobre cómo la mente es capaz de hacer cosas fascinantes y únicas en las que no pensamos por el simple hecho de qué son automáticas.
El texto está bien expresado y estructurado, con referencias a datos interesantes del capítulo leído. Un podo más de detenimiento en la reflexión personal acerca de tu relación con este sentido hubiera mejorado el resultado.
ResponderEliminarMe ha gustado.